La famosa Google Slap se produce cuando tenemos una campaña de Adwords que no ha sido gestionada de un modo correcto desde el principio, lo cual nos provocó un bajo nivel de calidad de nuestros anuncios (inferior a 4), y con esto se produce un aumento del CPC y peores resultados a la hora de que aparezcamos en los motores de búsqueda.
Google estima el nivel de calidad de nuestros anuncios en función del interés que muestran los usuarios en ellos, si un anuncio tiene pocos clics es más irrelevante que otro que haya obtenido un mayor número de clics a pesar de que sus pujas sean más bajas y por tanto aparecerá mejor posicionado que nosotros.
Algunos factores que pueden ocasionarnos un nivel calidad bajo para nuestros anuncios son:
- un presupuesto reducido (malas posiciones y por tanto menos clics)
- anuncios que no atraigan al público y no contengan las palabras clave necesarias
- pocas palabras clave o en concordancia amplia
- una mala configuración de la campaña (horario o localizaciones en las que se muestran los anuncios).
La Google Slap se produce cuando una campaña está mal planificada desde el principio, Google considera que los anuncios no son interesantes para los usuarios por lo que incrementa el CPC, el usuario incrementa el presupuesto, sigue sin recibir clics y Google pide que se aumente el CPC de nuevo… y así sucesivamente hasta que el cliente ya no puede continuar anunciándose y la única opción que tiene es abandonar sus campañas.
Por lo tanto, el único método que tenemos para evitar esta Google Slap y finalmente debamos abandonar nuestras campañas en Adwords con la pérdida de beneficios que esto supone, es comenzar bien nuestras campañas de anuncios desde el principio, con un presupuesto que sea suficiente, que nos permita recibir clics de los usuarios para mantenernos en las primeras posiciones y que garanticemos una buena experiencia a los usuarios cuando llegan a nuestras páginas de destino.